
Ahora mismo las ideas se mueven por mi mente como la gente en el metro a hora punta. Hay muchas, si dirigen a muchos lados y tienen prisa. Quizá sea porque no estoy en el momento mas féliz del día. Hoy he vuelto a recordar el concepto de "nueva esclavitud". Millones de personas sufren lo que no está escrito, día a día, fuera de nuestra vista, aunque disfrutemos de las alfombras, la ropa o el carbón del que nos aprovechamos desde hace años los "países desarrollados". Y yo me pregunto, ¿somos nosotros realmente los desarrollados? Sólo puedo pensar en el caso de una chica que, habiendo ido a otro país con la falsa promesa de ser escolarizada y aprender otro idioma, acabó siendo torturada por sus "dueños" mientras trabajaba de sol a sol en la casa. A la edad de 22 años, fue liberada y su idea de una persona, es lo que está ahí arriba... algo que no varía mucho al dibujo que haría un niño de cinco años. Cómo podemos dejar nosotros, los paises democráticos que pasen este tipo de cosas. No se ni por qué lo pregunto, todos lo sabemos. Nosotros somos mejores, los que son demasiados son los demás. Siempre somos nosotros, y no ellos. Mientras tanto, miles de personas viven como desechos humanos, personas no válidas para tener ni siquiera las mismas oportunidades que nosotros y a los que a través de una falsa generosidad, controlamos y dominamos. Así que, hoy, me he dado asco a mí misma por haber olvidado este tema que de pequeña tanto me impresionó, con la historia de un niño esclavo que logró escapar, y que luchó por sus derechos hasta el día de su asesinato cuando solo contaba con doce años. Hoy sólo quiero haceros pensar.
"La diferencia entre un esclavo y un ciudadano es que el ciudadano puede preguntarse por su vida y cambiarla."