Esta fue de las primeras veces que vi el coche nuevo de mi padre. Él, como es normal, estaba contento y feliz, y un poquito de esa felicidad seguramente venía del hecho de haberse podido comprar, después de muchos años de trabajo, un coche que le gusta mucho. Cuando hoy, una persona nos ha rozado el coche mientras estaba aparcado, y se ha ido sin importarle nada, solo pensaba en la cara que pondría él cuando se enterara. ¿Acaso la gente no comprende las ilusiones de los demás? ¿Tanto cuesta poner de tu parte? ¿Tan eogistas somos? Me ha sorprendido, como después de fastidiar el día a otra persona puedes irte a comprar peces para tus hijos, es decir, seguir como si nada, con ningún tipo de remordimiento. Sé que es solo un coche, pero... destrás de él, están las ilusiones, los sueños, el trabajo y los cuidados de muchas personas. Así que sí, algún día os pasa algo así, pensar en la otra persona también.
" Perder una ilusión, hiere. "