Hay diferentes tipos de cuenta-atrás. Básicamente se resumen en las que me gustan y las que no. Las que me ponen nerviosa, impaciente, alegre o triste. Estos días para mí no van hacía delante. Todo es una cuenta atrás constante, me faltan tantos días para quedarme un poco más sola en Florencia, en cambio, me faltan unos pocos más para recibir visita. Después, contaré impaciente los días para la vuelta de mi gente, y los días que faltan para acabar las prácticas. Son muchos los frentes abiertos, pero todo tiene que ver con el cada vez más cercano fin del Erasmus, ejemplo claro de una cuenta atrás que me entristece. Por eso, aunque hoy esté un poco quemada, tengo la intención de que mis días no se esfumen, sino de que pasen a un ritmo en el que pueda disfrutar.
" 5, 4, 3, 2, 1.."
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