Hace ya unos días que terminé los últimos exámenes de la carrera. Poco a poco he ido sabiendo que estaban aprobados, hasta que solo quedaba uno. Una nota para saber si podía cerrar un ciclo, una nota que marcaría la diferencia entre la felicidad y el seguir luchando. Al final me pasó algo que no me imaginaba y es que esa nota ha sido un pedazo de diez. Quizá sea lo de menos, pero el orgullo y el ver que el trabajo y el sacrificio de ciertas cosas durante unos cuantos meses, ha sido recompensado es una sensación indescriptible. Por fin puedo decir que tengo un título universitario. Ahora toca pensar en el futuro, tirar por un camino o por otro, sé que no será fácil, que a lo mejor este año no acabe donde quisiera pero no se puede dejar de emprender metas a causa del miedo, siempre hay que aprender a valorar aquellas posibilidades que se presentan.
"Nunca dejes que el miedo al rechazo o a lo desconocido no te deje ir detrás de tus metas."
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