Tengo que confesar que no me se pintar las uñas. Me doy brochazos sin ton ni son, y después voy derecha a la ducha a quitarme los restos. No tengo un color típico en la piel, soy más bien tirando a rosa. Y cuando me enfado o me da vergüenza algo, acabo roja. Me molestan muchas cosas, como el ir cargada por la calle y que la gente no se aparte, el querer ir más rápido que alguien y no poder adelantar, el quedar a una hora y que no lleguen o no llegar yo, o la sensación de vacío que se tiene al no saber que hacer. Por el contrario, me rio con la mayor tonteria del mundo, un gesto, una sonrisa de alguien por la calle, una frase que entiendes al escucharla en medio de una conversación en otro idioma, o al ver las fotos que he hecho en un día. Intento ser sincera y ante todo, siempre prefiero hablar las cosas. No soporto que se enfaden conmigo, y no me gusta el hecho de no poder hablar con mis padres tanto como quisiera. Me encanta dormirme en una absoluta oscuridad, y mirarme en el espejo con la mayor claridad posible. Siempre que me peino y no me gusta como me queda me estreso. Además, soy fácil de molestar, paso de cero a cien en un segundo, pero en veinte ya se me ha pasado. Antes no era tan positiva, quizás lo que he vivido y no encontrar a muchas personas que me comprendan, influye, pero ahora puedo decir con orgullo que sí lo soy. Me levanto cada día feliz, pensando en todo lo bueno que puedo hacer por mi y por los demás, aunque al final, muchos días me quede en casa, haciendo fotos a lo más insignificante o viendo series en inglés. Adoro a los niños, cuando estoy con ellos, me acaba doliendo la cara de tanto sonreir, es inevitable en mi. Me gustaria hablar más a menudo con mis amigos, contarles mis cosas y ellos las suyas, y también, poder teletrasportarme, ya sea en el espacio o en el tiempo. Odio cuando me acuesto y aparezco llena de picotazos o veo la puerta del armario abierta. Me gusta el chocolate. Todo tipo, y tal vez, a todas horas. Me encanta ver fotos en la pared de mi habitación y que en todas ellas salgan, a lo largo de diferentes años, las mismas personas. Me molesta cuando no me da tiempo a hacer algo y lo tengo que hacer con prisas, y tampoco me gusta cocinarme para acabar tirándolo. Soy de la clase de personas que tiene sueños, metas, ideales, y que tiene miedo de no poder cumplirlos, y también de las que le alegran la tarde una palabra de cariño. Me emociono por nada, puedo llorar al leer un libro, al ver una serie o una peli, o al ver a gente cuando hacía tiempo que no les veía. Me gustaría poder ayudar, tener el don de soltar cuatro palabras y alegrarle la vida a alguien, o como siempre he querido, irme donde me necesiten y que me lo agradezcan con una sonrisa. Me gusta hacer locuras, me apunto a casi todo, siempre y cuando sea seguro. Soy precavida y consecuente. Cuando me conocen soy timida, no me abro con todo el mundo y me sorprenden las personas que si lo hacen. Me encantan los mimos, los abrazos, los besos, las caricias. Soy muy romántica y hago detalles con cualquier cosa. Me encanta dejarle notas a la gente y pegar posits en la pared. Me considero divertida, en especial, aquellos días en los que no se por qué, soy hiperactiva, la verdad que son pocos, pero me lo paso genial.
Muchas veces me gustaría ser de otra manera, pero días como hoy, agradezco ser así porque no podría estar más contenta por las personas que están a mi lado. Esto es un poquito sobre mi, porque creo que ya era hora.
"La mayoría de las veces nuestra suerte no es sino un reflejo de nuestra propia personalidad."
