Vaya día, desde que me levanté no he parado. Para un lado, para otro. Otra comida "incomible", la segunda esta semana... Pequeños encuentros en la calle. Compras de última hora. Otra maleta petada y otro destino pendiente. Ni un ratito para descansar como aquel día en el cesped al lado del fiume Arno. Pues eso, que aunque todavía me sienta rara, mañana cojo otro avión, aunque esta vez, no tacharé el sitio en el mapa de Italia.
"El que está acostumbrado a viajar, sabe que siempre es necesario partir algún día"
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