Pues eso, a una noche movidita, le sigue un día tranquilo, saliendo lo justo y necesario de la cama, pero sobre todo, pensando mucho. Me tengo que quitar esta manía de darle vueltas a todo, dejar de ver las cosas en círculos, y verlas en línea recta.
"Arranque y no pregunte, usted solo, lléveme a ninguna parte."
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