Así de diferentes pueden llegar a ser los días en Canarias y en Florencia. Esta mañana me despedía a 21 grados de mi isla, con un sol que quemaba y ni una nube en el cielo azul. Por la tarde he llegado a Florencia, donde me esperaba unos 7 grados y un color más bien oscuro. Me quedo con lo mejor de cada sitio y con las ganas que tengo de hacer cosas por aquí.
"A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante."
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