Esta mañana me ha pasado algo que no esperaba, y que al contrario, anhelaba, pero aún así me ha dado un poco de miedo ya que lo dí por perdido antes de tiempo. Mientras hablaba por teléfono con mi madre, mi padre me gritaba que me habían admitido. Durante un buen rato no me lo creí. Me había hecho a la idea de quedarme aquí, en mi isla, de irme a dar paseos por famara o de salir con el daewoo, olvidándome de aquello que qería en un principio. Pero a lo largo del día lo he ido asimilando y creo que puede estar muy bien. Ahora toca ponerse en marcha y buscarse la vida en una nueva ciudad. Solo espero que las cosas vayan bien, ya que parece que este es mi año de suerte.
"Felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace"
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