Es como si te agarraran y tirarán con todas sus fuerzas. A ti no te queda otra, solo seguir la corriente. Ni se te ocurra imaginar cambiar algo. No sueñes si quiera con que las cosas fueran diferentes. Y por supuesto no hagas nada que pueda llegar a tener una consecuencia distinta a lo que se considera normal. Nos pasamos la vida siendo juzgados por los otros, pero, ¿quiénes son ellos para juzgarnos? Serás más feliz cuando nada de eso te importe.
" Si de veras llegásemos a poder comprender, ya no podríamos juzgar. "
No hay comentarios:
Publicar un comentario